Empezaba con pedir perdón de haber tomado esa decisión que creía la mejor, sí, lo era en ese momento.
Y ahora sólo quiero disculparme, la situación en la que me encuentro y luego de lo acontecido, me deja en un estado de punto fijo en el tiempo.
No quiero moverme.
Creo sinceramente en qué Dios me dará lo que necesito , si lo necesito y de la manera en la que no habrá lugar a dudas que estará en concordancia en lo que él solicite de mi.
Empezaba con un pensamiento de disculparme
Por arruinar una vida y en eso mismo está la mía
Mi propia vida está en cierta forma arruinada aunque de otro modo estoy protegida en la misma esfera decisiva.
Casi no puedo creer que al mismo tiempo estoy protegida por las propias decisiones que he tomado, me protegí en demasía.
Todo por aquella agonía sufrida, cuando en el ataque aquel, en el lugar de ensueño se me quería forzar a dar a conocer mis rutas, mis tesoros, mis trucos, mi sabiduría. Esa agonía de la que tengo grandes cicatrices, en la que casi muero estrangulada, y en la que mi corazón fue herido, a tal grado que guarda con cariño la cicatriz. En un intento de olvidar lo sucedido corría con viento en popa hacia las lejanas costas francesas y ahí sucedía que todo era tan claro, como su cielo azul.
Se hicieron negocios con profesores, carteros, músicos, embaucadores, carpinteros, trota mundos. El engaño siguió a la duda y solamente conseguimos más heridas, más muerte, más desazón.
Era solo una víctima de la situación, una víctima de la decisión.
La misma por la que sigo pidiendo perdón, que me lleva a la miseria de las realidades, pero que no por eso desfallece lo aprendido y mucho menos esas ganas de ser pirata, pirata de los mares de estas realidades.
Asoma la mirada a los tesoros
(Ellie Goulding- How long will i love you)
Lo cierto que víctima o no, la disculpa sigue en pie.
La miseria sigue ahí
La herida también
El recuerdo fresco
Y la pirata aquí
Y tú, mi Dios, ¿en mi corazón?
Debo decirlo una vez más
No quiero moverme otra vez
Quiero dejarlo todo como esta. Aunque grite el espíritu de aventura, de preguntas, de respuestas, de decisiones, de hechos y estadísticas. Todo un mundo por explorar, tal vez la realidad sean estas aguas tranquilas, porque confío en qué tengo lo que necesito. Espero en eso, yo sigo en eso, la tripulación por le momento dice, ¡ES CIERTO!
Porque es ahora que me acobardo de decir esas cosas que pensamos y que de una manera salen, este mundo cada vez más pide externar hasta lo que no puede ser bueno.
Habiame de darme cuenta que es peligroso.
Decir lo que se piensa cuando no se sienta, cuando se siente en demasía
Es circunstancia de decir lo que no es verdadero o lo que es verdad que se entierre si no es positivo, ¿cómo distinguir?
De cualquier manera, el impulso sigue vigente. La de escribir sin motivación aparente, sin pulir, con puro corazón y recuerdos, los muchos.
Una vez que equivocada, me moría, poco a poco en cada pensamiento. Resolvía que fuera así, una constante del corazón, una ilusión, una fantasía.