Ese barco perdido, no es mío. Afirmo. |
Me he dejado de dolencias
Me olvido de pronto de escribir y volver, una y otra vez. Hoy estoy distante.
Consabidas las conclusiones
No parece encontrarse
En nada y en todas las precisiones
Escribo por escribir
Concluyo por finalizar
Y todo este embrollo doliente viene de aquellas palabras dichas en buena manera y que me dan vueltas sin césar ahora por la cabeza.
¿Quién es el necesitado?
¿Quién puede con esta torcedura?
Duelen tantos los dolores, de un desvío de lo virtuoso
Que no hay caso al menos para que un remedio se vuelva causa de otro mal
Pero a veces es solución sin par
Es así como se termina un remedio y comienza una dolencia
Como una dolencia se vuelve remedio
Porque enfrentar las situaciones es parte de la valentía
de toda pareja
del acompañamiento preciso de Dios
queramos o no
(Que yo siempre quiero- aunque enojada este no hacerme caso-yo siempre quiero)
Enfrentar con Amor |
No hay comentarios :
Publicar un comentario