miércoles, 23 de enero de 2013

Felicidad Bienaventurada en Corazón

[caption id="attachment_2517" align="aligncenter" width="300"]La Bienaventuranza es como un rocío La Bienaventuranza es como un rocío[/caption]

De la feliz en la estancia del paraíso, muerto para el mundo profano

Aparece a veces el de la felicidad simple y no de menos elevado
Hace el bien sin mirar a quién
De sus acciones, las vueltas ejemplo
Aparece la devoción de los que admiran
Y creen en la conciencia
Que por su medio, lograrán
Lo que a su parecer es imposible, inalcanzable o ya de menos realizable
Se habla entonces de los beatos
Quiénes felices en está vida, dan ejemplo de partida

[caption id="attachment_2515" align="aligncenter" width="388"]Colección de corazones Colección de corazones[/caption]

Bienaventurados,
Corazones grandes y de perfecta forma
Son incalculables sus gracias
Humildes, y rotos por fuera parecieran ser
Pues los ojos de los presentes







Molestos pueden temer
Acercarse un poco a toda su obra y deber
La riqueza del espíritu es un tanto invaluable
Nos asusta de tanto en tanto la seguridad en la pobreza
la moderación, la amabilidad y lo que consideramos disparate.

¿Quién? - pregunta La Pirata- ¿acepta las migajas de otros cuántos?

¿Quién pretende ser esbozo simplemente del gran gozo?

¿Quién quisiera ser la nada y que pasen por su espalda las gran botas de los hombres?

[caption id="attachment_2518" align="aligncenter" width="388"]Pisoteando las flores Pisoteando las flores[/caption]

¿Quién entonces habla fuerte para decir a todo el roque;que es con su ejemplo con qué podrá hacer un cambio concreto?

¿No es entonces impropio decir que las beatas, rezan, guardan, contemplan por sólo ser admiradas, bellas y muy hermanas de lo intangible, de lo imposible, de lo increíble?

Ya es de entonces valorable que deba clausurar mi boca.

Pirata que detuvo la mirada y no callo las emociones. Imprecando palabras que pudieran ser. Se retira hablando sola y guardando las piedras acorazonadas, imperfectas y a las vez muy redondetas. Pequeñitas, grandes, medianas.

[caption id="attachment_2516" align="aligncenter" width="388"]Pequeñitos, medianitos, bien formados y otro tanto rugositos Pequeñitos, medianitos, bien formados y otro tanto rugositos[/caption]

Bienaventurado el corazón del beato.

1 comentario :

  1. Te digo que he atendido al poema -y a lo demás- con mucha atención, repetidas veces hasta creer entenderlo en su voz en gesto alzado: se parte del paraíso de la feliciad simple, que no es bajo precisamente, nnoi valioso, porque van más allá de la simple apariencia, atravesando sustos y disparates, midiendo creencias en gestos humanos. Pertenecen a ese paraíso nuevo los que viven en conciencia, seguramente los bienaventurados de corazón. Veo interrogaciones importantes, metáforas llanas fuertes, las suficientes para no tener que entrar en valoraciones acerca de silenciar la boca. A veces al poeta, puede no llegarle con recitar ni cantar, que puede verse en la bligación de gritar, aunque a las piedras sea. O detener la mirada y hacer mención de sus emociones. Si interpreto bien, me ha encantado.
    Mi cordial saludo y festivo.

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