martes, 15 de enero de 2013

Miedo de "lo mismo"

[caption id="attachment_2390" align="aligncenter" width="388"]El mundo en tus manos El mundo en tus manos[/caption]

¿Cuál miedo?

Miedo a que pase lo que no he querido, a deshacerme en escritos y al final ser parte del mismo

Del mismo miedo

Y de la misma cosa

Hay quiénes son EL MISMO

Pero hay quiénes son LO MISMO

Su degradación se da a partir de la coherencia

E incluyéndola aún quedarían dudas

Del mismo cuento y hasta el encuentro

Vendrá con gala y con acentos

Costumbres raras y pocos retos

Cuánto lamento que no fuera racional

Que decidiera irse así sin más y con palabras puestas en boca

Con el filillo que corta

[caption id="attachment_2389" align="aligncenter" width="388"]La mirada de "Tú eres mi mundo" La mirada de "Tú eres mi mundo"[/caption]

Sin la apreciación de las miradas

Que muy pugnadas y acongojadas

Le daban dulce y calidez

¡Cuánto lamento!

La decisión, de volverse COSA y de ser sólo LO MISMO

[caption id="attachment_2388" align="aligncenter" width="343"]Una decisión  rumbo al camino de Tinieblas Una decisión rumbo al camino de Tinieblas[/caption]

Creyendo yo, queriéndo yo

que fuera EL MISMO

¿Cuál miedo ahora?

Sólo el necesario, indispensable y llano

Me impregno del verano y busco

Un lugar para el villano

El malvado MIEDO







[caption id="attachment_2392" align="aligncenter" width="388"]Malvad@ Malvad@[/caption]

La Pirata que habla del mismo MIEDO

1 comentario :

  1. Ay, piratita que esta entrada me la temo bien entender: el juego divino que arranca de entender un mundo en tus manos y termina en el miedo redondo.... legado de pasos destartalados que han pasado de EL MISMO -y por mal ensalmo- a LO MISMO. La cosificación del amor... mal asunto y trago; existe; no debe importar, hay más y puede que mejores mares, aunque no los conozca esa protagonista en desmayo. Pero el MIEDO no existe; solamente el miedo al MIEDO que inventa nuestra mente si dañada o alterada, nuestras afecciones malogradas.
    Me gustaría que en el juego de la escritura, no se deshaga nadie, ni tu propia firma de autoría.
    Vale. Mi afecto cariñoso y ánimo. ¡Venga, un mar, una cala, para navegar o recalar pero en dulce!

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