martes, 24 de diciembre de 2013

¿Quién determina el éxito?

Frase de Borges: El éxito y el fracaso son dos impostores.


¿Quién de las historias conocidas de éxito en la vida y sin arrogancia ha tenido una historia plagada de lindas historias que contar? Es quien ha perdido antes quien después triunfa o al menos aparentemente, porque muchas personas inquietas del mundo apenas cumplen una meta y ya están pensando en la siguiente. No por ansiedad y no porque no disfruten su presente sino en equilibrio saludable de saberse dichosos por lo actual y también saberse que la vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.

El éxito dicen los que han llegado a él, lo determina el sacrificio, la disciplina y el trabajo constante, esto se traduce en muchos aspectos de la vida. Incluyendo tal vez del que más me gusta hablar, el éxito en una pareja.

Existimos soñadores que creemos tontamente que podremos encontrar una persona X que apenas la conozcamos las cosas van a embonar, los caracteres van a ser mágicamente ensamblados como engranajes de un reloj.

Suele suceder en lo que le llaman la etapa del enamoramiento que bien que es útil porque como a las plantas al poner la semilla en la tierra, se escoge el mejor lugar, la mejor tierra, abono y cuidados para que la tierna planta (la relación que nace) crezca.

(Ilógico sería lo contrario, escoger la peor tierra, maltratar los pequeños brotes con pisadas o juzgamientos anteriores que destruyen la pobre y pequeña semilla que apenas va a crecer- pero esto no pasa-)


Sin embargo hay una forma que nunca falla, es el amor y el servicio, uno se lleva con el otro.

¿Hoy a quién has servido?

La mejor manera de servir es la que no se nota, servir con naturaleza y delicadeza que ni el favorecido se dé cuenta que está recibiendo más de lo que en justicia debes. Ayudar no para que se agradezca simplemente por amor.

Ante los defectos de los demás nunca debe faltar la caridad y la ayuda, la comprensión.

Y al final pudiera preguntarse

¿Quién determina el éxito?

¿El corazón helado? o ¿el corazón razonado?



Corazones

Que esperan en vano...
Una casualidad

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