domingo, 13 de febrero de 2011

San Valentín: para mostrar valentía y decisión



San Valentín


Asterio le propuso a Valentín que si hacía el milagro de devolverle la vista a una niña, que la había perdido desde hacía unos años, él y su familia se convertirían al Cristianismo. Pero con milagro o no, Valentín debería cumplir su condena. Valentín pidió en nombre de Jesucristo que la niña recobrara la vista y así sucedió. Asterio y toda su numerosa familia se convirtieron al Cristianismo.


Al pasar el tiempo, llegaría el día de la muerte de Valentín, que murió torturado y degollado el 14 de febrero, dando así testimonio del amor hacia Cristo y su Iglesia. Tiempo después el Papa, Julio I, erigió una basílica junto al lugar en donde el santo fue martirizado y sepultado. De ahí que su nombre se le dé más tarde a los famosos "valentines", que eran aquellos que mostraban valentía y decisión en el amor divino, ya que también los futuros esposos han de avanzar con valentía y decisión hacia el amor de su matrimonio, Sacramento grande en Cristo y en su Iglesia.


¿Cómo llegó el día de San Valentín el día de los enamorados?


Para abolir la costumbre pagana de que los jóvenes sacaran por suerte nombres de jovencitas, en honor de la diosa del sexo y la fertilidad llamada Februata Juno, celebrada el 15 de este mes, algunos pastores substituyeron esta costumbre, escribiendo nombres de santos. Así con el tiempo la fiesta sería cristianizada y se celebraba en vez San Valentín.


El 14 de febrero se envían postales los enamorados porque, según la creencia medieval procedente de Inglaterra y Francia, ese día, es decir, a mediados del segundo mes del año, "todas las aves escogen su pareja"



Aunque San Valentín sigue siendo reconocido como verdadero santo de la Iglesia, muy poco se sabe de seguro sobre su vida, fuera del hecho de su martirio. Es por eso que el calendario litúrgico celebra el 14 de Febrero a los Santos Cirilo y Metodio en vez de a San Valentín.






2 comentarios :

  1. No tengo tiempo; amiga Anxe, para mirar esta entrada ahora: será mañana.
    Pero al mensaje de felicitación de hace unos minutos, algo pasó que se me escapó y no lo encuentro. Inexperiencia o fallo, pero no descortesía imposible. Ya, ¿me perdonas?. Esa felicitación se comparte en eta casa para la tuya.
    Gracias, pues, y felicidades. Al

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  2. Ya, ahora, querida amiga: sí que cuentas la historia tan resumida como de elegante modo; queda estupenda. Y es cierto que coincide con lo mayor clásico en estos modos generales evolucionados en el tiempo y las costumbres.
    Me ha gustado el trabajo. De agradecido es tu narrativa.
    Un buen saludo y abrazo. Hasta ver.

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